Causas
Al igual que la ateroesclerosis, la EVP se presenta cuando las arterias se estrechan a causa de la acumulación de placa ateromatosa, que incluye colesterol, depósitos de grasa, calcio y otras sustancias en la sangre. Las arterias obstruidas pueden evitar que los músculos reciban sangre rica en oxígeno cuando más la necesiten. Esta falta de oxígeno provoca dolor. La EVP puede aumentar su riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. No obstante, lo bueno es que la EVP es fácil de diagnosticar y tratable.
Por lo general, la EVP también se ve afectada por los siguientes factores de riesgo. Cuantos más factores de riesgo presente, mayores serán las probabilidades de presentar una obstrucción arterial.
- Consumir alimentos de alto contenido graso.
- Falta de actividad física.
- Tabaquismo.
- Estrés.
- Exceso de peso.
- Diabetes
- Hipertensión
- Enfermedad Real
- Hipercolesterolemia
- Antecedentes personales o familiares con EVP
También hay algunos factores de riesgo que no pueden evitarse, como la menopausia, el envejecimiento o tener antecedentes familiares de cardiopatía. Además, los hombres también tienen un riesgo elevado de presentar EVP en comparación con las mujeres.
Las personas con EVP pueden tener entre seis y siete veces más riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. Aproximadamente un tercio de los pacientes con EVP mueren a causa de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular. Además, si la EVP no se trata, los síntomas pueden empeorar. Desplazarse puede tornarse muy difícil y doloroso. La EVP severa puede incluso provocar graves infecciones que pueden provocar la pérdida de una extremidad. Si considera que puede estar en riesgo, consulte al médico sobre si debe realizarse exámenes.
Si tiene síntomas o considera que puede estar en riesgo, hágase exámenes de EVP. Puede hacerlo en el consultorio del médico. Los exámenes para la EVP pueden ser rápidos e indoloros, tan simple como una medición de la presión arterial.