Diagnóstico

A pesar de que las anomalías cardíacas congénitas graves generalmente se detectan durante el embarazo o poco después del nacimiento, las anomalías menos severas no se diagnostican hasta que los niños son mayores.

Los bebés y niños en quienes se sospecha una anomalía cardíaca generalmente se remiten a un cardiólogo pediátrico (especialista en cardiopatías en niños). Dicho médico puede realizar un examen físico y generalmente recomendará una o más de las siguientes pruebas:

• Radiografía torácica.
• Electrocardiograma, una prueba que registra los patrones de la frecuencia cardíaca. 
• Ecocardiograma, una forma especializada de ecografía que utiliza ondas de sonido para tomar imágenes del corazón.

Todas estas pruebas son indoloras y no invasivas (ninguna sustancia ingresa al cuerpo del niño).

Algunos niños con afecciones cardíacas también podrían necesitar un procedimiento llamado cateterismo cardíaco. En este procedimiento, se inserta en el corazón un tubo delgado y flexible después de administrar medicamentos al niño para adormecerlo. Esta prueba proporciona información detallada sobre el corazón y la manera en que está funcionando.